Senadora Gaviria publica columna sobre los desafíos del Frente Parlamentario de Colombia
En el evento, nos hemos centrado en temas tan importantes como el cumplimiento de las metas internacionales contra el hambre, la alimentación escolar, las políticas que se necesitan para fortalecer la aplicación del derecho a la alimentación adecuada y el papel de la mujer en estos tópicos. Para los parlamentarios de América Latina, ha sido una oportunidad invaluable poder intercambiar experiencias con colegas de países de Asia, como Nepal y Bangladesh, y de África, como Níger, Kenia, Sao Tomé y Príncipe, Mozambique, Togo, Angola, Camerún, Malí y Sierra Leona, que están desarrollando políticas innovadoras para garantizar presupuestos adecuados que coadyuven a garantizar la seguridad alimentaria y nutricional.
La conclusión que me ha quedado, tras estas retroalimentaciones, es que Colombia tiene que actuar para no ser el único país latinoamericano en no cumplir con los Objetivos del Milenio. Aunque en Colombia existe un importante articulado y una nutrida jurisprudencia que propenden por promover y garantizar el derecho fundamental a la alimentación y a pesar de que el presupuesto anual destinado a Seguridad Alimentaria es de más de 10,2 billones de pesos, la dispersión normativa, la falta de claridad conceptual y la ausencia de acciones coordinadas han impedido la aplicación planificada y segmentada de políticas, planes, proyectos, acciones y seguimientos tendientes a desaparecer el mal de la desnutrición. Acerca de esto, el año pasado, el Programa Mundial de Alimentos dictaminó que la grave situación de Colombia en materia de Seguridad Alimentaria y Nutricional se debe, además, a la ausencia de coherencia y armonía al ejecutar recursos y a la carencia de una institucionalidad fuerte, rectora y líder para la erradicación del hambre.
Teniendo en cuenta lo anterior, hemos considerado que la gran cantidad de fuentes de recursos y de ejecutores respecto de la Seguridad Alimentaria y Nutricional, inconexos, descoordinados y sin estadísticas claras, exige que la función de diseñar, articular, ejecutar y administrar la política pública que garantice la Seguridad Alimentaria en Colombia se le atribuya a una entidad especializada.
En estos días, mis colegas de cuatro continentes han sido unánimes en que el éxito en esta materia de las naciones en vía de desarrollo ha dependido de adecuaciones normativas y del establecimiento de entidades de seguridad alimentaria técnicas, especializadas, que fijen metas, exijan resultados, con capacidad de medición y de sanción, para lograr mayor eficacia y eficiencia. Conocer las experiencias exitosas de países que estaban más rezagados que nosotros en este campo, nos refuerza en la idea de crear el Sistema Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional y la Agencia Nacional del mismo tema, que logren la concentración de esfuerzos gubernamentales y sociales en materia de seguridad alimentaria y nutricional, para evitar duplicidad de tareas, aumentar los indicadores de control y mejorar los índices de seguridad alimentaria, salud, nutrición con inclusión, efectividad y eficiencia.
El proyecto, del que soy autora y el cual he impulsado desde mi llegada al Senado, ya ha recibido concepto favorable de los ministerios de Hacienda, de Salud y de Educación y del Departamento Administrativo de la Función Pública. Esperemos que, en este mes de noviembre, sea aprobado en tercer debate. Aquí, en Lima, todos los parlamentarios asistentes al evento nos han felicitado por el proyecto y han tomado atentos nota en temas como las definiciones que hace la ley, la forma de institucionalización del gasto público y la visión amplia de ver la Seguridad Alimentaria como una oportunidad de desarrollo y no como simplemente la solución de un problema de desnutrición.
Ojalá Colombia siga el ejemplo de naciones hermanas que, a pesar de no contar con tantos recursos como la nuestra, han logrado superar con mucha mayor eficacia el hambre y la desnutrición. Por el momento, gracias a eventos como este, contamos con oportunidades de colaboración en el futuro con aquellos dirigentes que han conseguido esos sorprendentes resultados.
* Presidenta Comisión de Derechos del Senado
Coordinadora Frente Parlamentario Colombiano Contra el Hambre
Fuente: https://www.apuertacerrada.com