América Latina y el Caribe está amenazada con retroceder décadas en la lucha contra el hambre con motivo de los efectos de la crisis provocada por COVID 19.Antes de la pandemia, se estimaba que 47,7 millones de personas no alcanzaban a cubrir sus requerimientos mínimos de alimentación en la región, mientras que el sobrepeso y obesidad se ha convertido en uno de los principales problemas de salud pública.

En ese marco, la FAO hizo un llamado al Frente Parlamentario Contra el Hambre de América Latina y el Caribe (FPH-ALC) a actuar de manera urgente, priorizando acciones de gran impacto como asegurar un adecuado enfoque de género en las leyes y políticas que impulsan.

Es importante destacar la evidente conexión entre las mujeres y la seguridad alimentaria. Las mujeres campesinas realizan el 50% del trabajo de producción agrícola, siendo las principales responsables de la alimentación de la familia. Gracias a su estrecha relación con la agricultura de subsistencia, las mujeres heredan conocimientos ancestrales que aseguran generación tras generación los cuidados de la tierra. Sin embargo, la mayoría de ellas no tiene derechos sobre los bienes productivos y su palabra pocas veces es considerada.

Con el fin de seguir avanzando en los compromisos parlamentarios iberoamericanos emanados de la I Cumbre Parlamentaria Mundial contra el Hambre y la Malnutrición celebrada en Madrid en 2018, la presente sesión parlamentaria tiene por objetivo intercambiar experiencias entre países iberoamericanos que cuentan con avances exitosos en la elaboración y/o aprobación de leyes y políticas sobre Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) con un adecuado enfoque de género. Asimismo, la actividad se realiza en el marco del pasado 15 de octubre, día en que se conmemora internacionalmente el histórico y valioso trabajo de la Mujer Rural.

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