En 2009, con el apoyo del Programa España – FAO, surge el Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe.
Se trata de una red plural de legisladores que hoy está presente en 21 países de la región, a fin de trabajar para responder al compromiso Iniciativa América Latina y el Caribe sin Hambre 2025.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en 2005 el hambre en América Latina y el Caribe afectaba a 51,1 millones de personas, lo que disminuyó considerablemente hasta 2014, afectando a 38,5 millones. No obstante, desde entonces, ha aumentado constantemente llegando en 2017 a 39,3 millones de personas.
Paralelamente, el sobrepeso y la obesidad constituyen hoy un problema de salud pública que cada vez se amplía más entre los latinoamericanos y caribeños.
Bajo este lamentable panorama, el trabajo de los parlamentarios y parlamentarias es clave ya que:
- Tienen la capacidad y responsabilidad de crear, modificar y/o aprobar leyes.
- Controlar y/o designar presupuestos.
- Hacer que los gobiernos rindan cuentas sobre las políticas públicas implementadas.
- Posicionar temas en los medios de comunicación.
- Intercambiar conocimiento con parlamentarios y parlamentarias de otros países.
- Contribuir a la generación de compromisos globales.
- Entre otras acciones.
Comisión Coordinadora Ejecutiva
El Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe cuenta con una Comisión Coordinadora Ejecutiva conformada por un/a coordinador regional y tres subregionales (Mésoamérica, Sudámerica y Caribe), además de coordinaciones adjuntas de apoyo a las permanentes ya mencionadas.
Coordinaciones Nacionales
Cada Frente Parlamentario Nacional cuenta con una Coordinación Nacional al mando de un representante elegido entre los demás integrantes del FPH-Nacional.
Los frentes nacionales son creados de acuerdo a los instrumentos que decide autónomamente cada parlamento nacional. Ver Coordinaciones Nacionales
Grupos de trabajo
Género: Una de las prioridades del FPH-ALC durante este periodo será implementar una línea de trabajo sobre género, para ello se está avanzando en la elaboración de una Guía de Género titulada “Guía Práctica para incorporar el enfoque de género en el trabajo parlamentario para erradicar el hambre y la malnutrición”, elaborado con apoyo de FAO y PARLAMERICAS y que tiene como objetivo apoyar a los Frentes en este trabajo. Dicha Guía pretende ser presentada en varios espacios de diálogo regionales.
Cambio climático: En el actual escenario de crisis climática global es fundamental abordar el logro de la seguridad alimentaria y la erradicación del hambre considerando los efectos de las prácticas no sostenibles de los sistemas agroalimentarios sobre el clima y el medio ambiente, así como los impactos del cambio climático sobre la producción de alimentos (sequías, inundaciones, disponibilidad de agua potable, entre otros). En esta interrelación, la CCE también se ha propuesto relevar el importante rol de los pueblos indígenas para la protección de la biodiversidad.
Desde este grupo de trabajo se buscará visibilizar avances como la Ley Modelo de Cambio Climático y Seguridad Alimentaria y Nutricional del Parlatino, e impulsar el desarrollo de nuevas legislaciones e investigaciones que incorporen la dimensión de la alimentación y el rol de los PPII en la lucha contra el cambio climático. Para ello, se buscará igualmente potenciar las vocerías del FPH en la escena climática regional y mundial.
Plan de Seguridad Alimentaria y Erradicación del Hambre 2030 de la CELAC (Plan SAN CELAC): Se trabajarán estrategias para la búsqueda de recursos y/o afianzar las relaciones con los socios actuales dando continuidad a la concreción de nuevos espacios de colaboración en la Unión Europea y en la región para posicionar el FPH-ALC. En especial, se busca priorizar la relación con el grupo de Trabajo por la Seguridad Alimentaria y la Malnutrición de EuroLat y con el Parlamento Europeo para posicionar esta agenda y movilizar nuevos recursos que permitan incrementar las capacidades de los parlamentos de América Latina y el Caribe en torno al ODS 2, incluyendo fondos climáticos que pueda vincularse con la seguridad alimentaria. De la misma forma, durante esta etapa se seguirá afianzando la relación con la AECID y la AMEXCID.