El derecho a la alimentación fue reconocido oficialmente en la Ley Marco de Seguridad Alimentaria del Parlamento Latinoamericano
“Este es el primer marco legislativo que reconoce el derecho a la alimentación desde una esfera supranacional, dándole así mayor fuerza a instrumentos internacionales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966, reconocidos en el marco de tratados internacionales celebrados por los estados parte”, dijo el Presidente de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca del Parlatino, el diputado uruguayo José Carlos Cardoso, autor de la iniciativa.
Esta norma fue desarrollada con el apoyo de FAO y en el marco de la Iniciativa América Latina y Caribe sin Hambre.
De acuerdo al diputado Cardoso, quien es miembro del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe, el desafío que plantea esta norma hacia futuro es la incorporación de sus conceptos y principios en las legislaciones nacionales de los países de los congresos que conforman el Parlatino.
“La Ley Marco de Seguridad y Soberanía Alimentaria refleja la convicción y el compromiso político que existe en la región de América Latina y el Caribe y en sus parlamentarios por fortalecer el desarrollo institucional de lucha contra el hambre en nuestro continente”, señaló Adoniram Sanches, Oficial de Políticas de FAO.
Una historia de combate al hambre
No es coincidencia que en el Parlatino surgiera esta ley. Este órgano tuvo un rol clave en la creación del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe, una red, conformada el año 2009, que reúne a legisladores regionales, subregionales y nacionales deseosos de eliminar la subnutrición y la malnutrición.
Ese frente regional acoge, además, a 14 frentes parlamentarios contra el hambre de carácter nacional, los que están presentes en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, República Dominicana y Uruguay.
El frente regional y los capítulos nacionales trabajan inspirados en la Iniciativa América Latina y Caribe sin Hambre, un compromiso político de todos los países de la región, apoyado por la FAO, cuyo fin es erradicar el hambre en la región antes del año 2025.