[Opinión] Legisladores de la Humanidad a favor de la Salud. Por Alfredo Alvarez
Alfredo Alvarez es el Coordinador del Frente Parlamentario contra el Hambre de Colima, México
Las ideas aquí expresadas corresponden a la visión personal del autor en el marco del trabajo parlamentario por la seguridad alimentaria.
Como presidente del Frente Parlamentario contra el Hambre, Capítulo Colima fuimos invitados del 22 al 24 de octubre al 1° Foro Parlamentario Iberoamericano y Caribeño por la Seguridad Alimentaria, organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Los Frentes Parlamentarios son una red de legisladores de América Latina y el Caribe que trabajan para erradicar el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en la región. Se trata de espacios de diálogo y debate para impulsar cambios legales y políticos, como la creación de leyes y presupuestos que garanticen el derecho a la alimentación en nuestro territorio. Surgidos desde el año 2009 con el apoyo de la Iniciativa América Latina y Caribe Sin Hambre (ALCSH) y cuentan como mecanismo con el respaldo de la FAO.
En ese foro histórico, con la presencia de más de 19 naciones y organismos internacionales, la voz de la Senadora Ana Lilia Rivera resonó con la fuerza de una verdad incómoda: “Los geopolíticos que más matan en el mundo no son las guerras armadas, son las sociedades más alimentadas y son las sociedades que padecen hambre”. Es decir, no estamos hablando de una metáfora. Hablamos de una realidad silenciosa y letal. Los números, fríos y contundentes:
En nuestra región, el 6.8% de nuestros niños y niñas ya cargan con sobrepeso, un presagio para su futuro, casi un tercio de los adultos vive con obesidad, una cifra que se ha duplicado este siglo y lo más grave: más de 182 millones de personas no acceden a una alimentación saludable y suficiente cada día. Ya que justamente es la mala alimentación una de las principales causas de enfermedades en gran parte del mundo.
Frente a este panorama, México, desde la Cuarta Transformación, ha dado pasos firmes. El etiquetado claro en los productos, la eliminación de la comida chatarra en las escuelas y los impuestos a las bebidas azucaradas no son simples políticas; son actos de justicia sanitaria. Son el reflejo de un gobierno que sí prioriza y promueve la alimentación para su población. Sobre todo, que comprende que los alimentos no deben ser vistos como mercancías para acumular ganancias por privados sino priorizar la buena alimentación.
Dicho compromiso se plasmó durante la reunión de parlamentarios convocada por la FAO, al firmar el “Pacto Alimentación Primero”, un foro de esperanza que guiará nuestro trabajo legislativo para garantizar el derecho a la alimentación.
Pero, ¿y en Colima? Esta crisis no es abstracta. Nos golpea directamente.
Según los registros de salud, Colima está entre los estados con más obesidad y sobrepeso en adultos y la hipertensión arterial, hija directa de la mala alimentación, es una de las principales causas de enfermedad en hogares colimenses.
Esto no es una condena, es una llamada a la acción. Como legisladores, tenemos en nuestras manos no solo la capacidad, sino la responsabilidad histórica de cambiar esta realidad. Tenemos el poder de convertir la voluntad política en leyes justas y en recursos bien dirigidos.
Por eso, con la convicción adquirida en este foro, el compromiso inquebrantable con la salud y bienestar de nuestro Pueblo de Colima, y con la publicación en el Diario Oficial de la Federación en abril del año pasado de la Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible, el cual de acuerdo al TRANSITORIO QUINTO se nos mandata a los parlamentos estatales a que realicemos las adecuaciones legislativas necesarias para regular y desarrollar el ejercicio del Derecho a la alimentación adecuada en sus respectivos ámbitos de competencia, ante ello, anuncio que será en este segundo año de periodo ordinario de sesiones de esta sexagésima primera legislatura que estaremos presentando la iniciativa de la “Ley de Alimentación Adecuada y Sostenible para el Estado de Colima.” Para ello, estaremos realizando foros en los diferentes municipios de nuestro estado. Es decir, será una iniciativa construida de abajo hacia arriba, como nos gusta legislar, del Pueblo y para el Pueblo.
Con dicha iniciativa buscaremos que sea una herramienta para Garantizar, una vez por todas, el derecho a una alimentación nutritiva y de calidad para cada colimense, tejer alianzas entre el campo y la ciudad, promoviendo sistemas agroalimentarios locales y sostenibles que beneficien a nuestros productores y a nuestras familias, declarar la guerra preventiva al sobrepeso, la obesidad y las enfermedades crónicas con políticas públicas claras, llenar nuestras escuelas de salud, fortaleciendo los programas de alimentación con productos locales, frescos y nutritivos y sobre todo sembrar conciencia, declarando de interés público la educación alimentaria y nutricional.
Finalmente compartir que tenemos claro que el hambre y la malnutrición tienen solución. No es un problema técnico, es, sobre todo, un problema de voluntad política. Estoy seguro de que, de la mano de la gobernadora del Estado, podremos “dar la vuelta a la tortilla” y construir un sistema alimentario novedoso, justo y sano para Colima.
Porque, como dice ese dicho, “es tiempo de mujeres” y “si llegan las mujeres, no llega la humanidad”, nosotros llegamos para dejar claro que la lucha por la alimentación es una lucha por la vida misma.
Colima va por la vida.
Mtro. en desarrollo rural por la UAM, Alfredo Álvarez Ramírez



